Como ideas curiosas nos llevamos las siguientes:
- Distribución internacional/nacional: 75/25. No tiene bancos nacionales. Entra en Iberdrola vía Corporación Alba a través de ACS.
- Invierten en emergentes a través de empresas europeas que inviertan allí.
- El fondo internacional está para duplicar y el nacional casi.
- Admitieron errores y mostraron un gran conocimiento, muy detallado, de las empresas en las que invierten.
- En sus valoraciones toman como PER medio 15x.
- MACRO: EURUSD por PPP 1.15 (no les preocupa excesivamente el tipo de cambio), China no es una burbuja pues su consumo e inversión se apoya en el ahorro, elogiaron la economía USA a partir de determinado punto sin tener en cuenta que los propios norteamericanos habían degenerado su situación hasta el momento actual (incoherente).
Para terminar, hubo una ronda larguísima de preguntas, muchas de ellas sobre la sobreimpresión de moneda. Como inversores Value de la Escuela Austríaca, apuestan por lo tangible en eventos "desagradables", ya sea por una rotura del euro o una hiperinflación galopante. Mientras otros se deciden por materias primas, ellos están más cómodos con empresas que producen bienes útiles estructuralmente para la sociedad. Piensan que es la mejor protección ante estos eventos inesperados (expusieron el caso de la crisis de 1982 en México que trataremos en un artículo posterior).
Anexo (impresiones de un neófito)
Fue agradable presenciar la Conferencia de Bestinver pues les pude "poner cara", que no deja de ser importante, puesto que sigo siendo animal racional, aunque al adjetivo yo sólo le aplico la acepción matemática, vamos, que dividimos los problemas y los asuntos para comprenderlos, a diferencia de los no racionales que los interpretan como un todo, que es lo que llamamos instintos.
Como elementos positivos de la charla me quedaron:
- El 90% de su trabajo es estudiar y seleccionar empresas. justifica sus comisiones.
- Se atienen estríctamente a su filosofía de trabajo. No se plantean otras formas de invertir o ganar dinero. Esto representa un compromiso importante con los inversores/clientes. La parte que invierto en "value" quiero que sea eso y no otra mezcla.
Elementos débiles, como varias afirmaciones rotundas sobre conceptos relativos y subjetivos:
- El "valor objetivo" por muy meticuloso que sea el procedimiento de cálculo hay elementos desconocidos, imponderables y subjetivos.
- El potencial de revalorización y el trabajar para seguir "creando valor" de tanto repetirlos terminando asustando, por el exceso de convicción que transmiten: FE.
- Los activos ilíquidos cuando han sido bien seleccionados y adquiridos a buen precio se venden fácilmente ( a veces ).
- Algunos datos no los entiendo, o discrepan de otras fuentes, como el análisis de lo ocurrido en la crisis de México del 82.
Como aprendiz, o más bien curioso de estas artes, me parece que hay 4 paradigmas de intervención:
- Ser inversor/accionista de empresas valiosas, seleccionar las mejores: dividendos, stock picking, sectorial, growth, "value investing" ( Bestinver, etc.).
- El mercado lo tiene todo descontado, hasta lo que ignoramos. Aprovecho las fluctuaciones de precios para obtener rendimientos: análisis técnico, chartista.
- Aprovechar las diferentes ineficiencias del mercado para obtener un márgen: arbitraje, long-short, etc.
- En el largo plazo nada bate al índice, ahorrar en comisiones: ETF´s, Vanguard.
Como con las religiones, la pregunta no es cuál de ellas contiene al dios verdadero sino qué liturgia o filosofía de vida se adapta mejor a nuestras necesidades y forma de vida. Si soy inversionista a largo plazo, (4), y no quiero ocuparme de las fluctuaciones del mercado (asumo que sufriré las crisis y disfrutaré de la burbujas, sabiendo que las aguas volverán a su cauce, esto debe ser zen). La vía (1) exige un gran trabajo de análisis que se puede suplir pagando a profesionales en un buen fondo especializado a largo plazo. Necesitaré tranquilidad y confianza en mis gestores. Los enfoques intervencionistas (2) y (3) exigen operar en el corto plazo, intradía incluso, y contienen una componente especulativa importante. Depende de lo gratificante que nos resulten las emociones en compensación a la dedicación y resistencia a fracasos, o bien pagar las comisiones de fondos especializados.
El agnosticismo nos permite elegir la idónea a nuestro carácter y entorno, pero, para los que militamos en el ateísmo, aún está la duda de no tocar ni comprar nada relacionado con la bolsa y dedicar nuestros recursos excedentarios a vivir o adquirir bienes de uso. Pero los ateos somos muy mal vistos en todas las sociedades, así que seguiremos siendo pragmáticos.
6/4/2011